Somos lo que comemos. Así es que deberíamos intentar descubrir como una alimentación sana y equilibrada puede traernos armonía tanto a nuestro cuerpo como a nuestro espíritu.
Nuestros hábitos de alimentación tienen un efecto tremendo en el planeta: “Comer animales no dañaría el ambiente si fuera hecho en mucho menor escala”, explica Alan Durning, Director de Vigilancia Medioambiental del Noroeste, en Seattle, Estados Unidos. “La producción moderna de carne implica el uso intensivo, y a menudo el abuso, de granos, agua, energía y áreas de pastoreo”, dice Durning. Pues toma casi diez veces más energía producir y transportar ganado que vegetales.
"Llegará un tiempo en que los seres humanos se contentarán con una alimentación vegetal y se considerará la matanza de un animal como un crimen, igual que el asesinato de un ser humano."
"Yo soy por principio, un ferviente seguidor del vegetarianismo. Sobre todo por razones morales y éticas. Creo firmemente que un orden de vida vegetariano, aunque sólo sea a un nivel de efectos físicos, influirá sobre el temperamento del hombre."
"Cuando comemos alimentos vegetarianos no tenemos que preocuparnos por la clase de enfermedad de la que murió nuestra comida. ¡Esto hace que la comida sea placentera!"
"La alimentación del hombre superior debe ser de frutos y raíces comestibles."
La no-violencia conduce a la ética más elevada, que es la meta de toda evolución. Hasta que dejemos de dañar a otros seres vivos, seremos todavía salvajes.
“Si alguien dijera que voy a morir si no como caldo de carne o carne de cordero incluso por consejo médico, preferiría morir. Esa es la base de mi vegetarianismo. Para mí ese fue un gran descubrimiento en mi búsqueda de la verdad”.
“Si alguien quiere salvar el planeta lo único que tiene que hacer es dejar de comer carne. Esa es la cosa más importante que puedes hacer. Cuando lo piensas es asombroso. El vegetarianismo se ocupa de muchas cosas a la vez: ecología, hambre, crueldad, y es algo espiritual para uno mismo ¡hagámoslo!”.
Es el símbolo de la sabiduría y guía espiritual, es la manifestación del amor, la compasión y la fraternidad infinitas, sus actos caritativos le han ganado el respeto de los líderes, políticos y ciudadanos de todos los países, y ha obtenido muchos reconocimientos honoríficos tales como el Premio Mundial de la Paz y la ciudadanía honorífica en muchos Estados de los Estados Unidos. También ha sido invitada a impartir conferencias en muchos eventos internacionales de alta importancia, incluyendo las Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra.